No puedo ir a la mercería del barrio Montserrat. Me llama todo la atención. Me imagino de dependienta en la tiendita de labores y me corre una extraña felicidad.
Le robaría la tienda entera, lanas, hilos, cremalleras, telas, bieses...No sé que extraña mutación padezco, que los genes de la profesión y el trabajo me han cambiado por completo.
A lo que iba. En una de las excursiones a la tienda, compré un ovillo de algodón rosa asalmonado, para ganchillo del 5. Del ovillo, me apetecía que saliera un cerdito, cerdito muy necesario en cualquier casa que se precie. Cerdido de pata rosa, no comestible, cerdito de amigurumi
Siguiendo los 4 videos tutorial de youtube de Tejiendo Perú (ya no dan nada en la tele que valga la pena), en un par de tardes, tomo forma el cerdito. No sé quien lo querrá...pero quien me lo pida lo regalo. Es compacto y casi del tamaño de una pelota...reconozco que me salió un poco grande el lechón.
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