Después de la primera billetera negra, Lluís me ha encargado dos más. Una de las mimas medidas que la gris, 19x10 cms aproximadamente y otra para una sobrina de 12x19 cms.
Una más seria y la otra con más colores. Una con cabida para seis tarjetas y la otra con tan sólo para dos.
La pega de las billeteras de tela es que el uso es tanto y tan frecuente que se deben de manchar muchísimo. El consuelo que nos queda es que con un buen detergente, una buena lavadora y una buena planchada, a lo mejor vuelve a quedar como nueva... snifff¡¡¡
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